Barcelona es una ciudad única, con una rica historia y un prometedor presente que se dan la mano frente a la bella costa del Mediterráneo. Esto se ve en su arte y su arquitectura, desde la Sagrada Familia y el Museo Picasso del barrio Gótico, al MACBA del Raval y el Peix de Frank Gehry, instalado a la orilla del mar. Puede percibirlo en su música, desde la pachanga hasta el jazz catalán, pasando por los sonidos que proceden de la mítica sala Razzmatazz. Y, definitivamente, se saborea en las especialidades locales, desde el vino, el queso y el jamón, hasta los churros con chocolate, que se sirven tanto en cafés populares como en restaurantes de cinco estrellas. Por eso no sorprende que viajeros curiosos de todo el mundo se sientan atraídos por la energía que desprende esta divertida ciudad costera, rebosante de puntos de interés turístico conocidos por todos y tesoros ocultos que solo descubrirá si da con algún barcelonés dispuesto a compartir un par de secretos con usted.
Por supuesto, desde el Kimpton Vividora Hotel, en pleno centro de Barcelona, lo tiene todo a mano. Recorra las laberínticas y cercanas calles de nuestro barrio Gótico, lleno de boutiques con encanto, animados restaurantes y asombrosas muestras de arquitectura histórica, o aventúrese a ir más allá y explorar toda la ciudad. Sin importar cuán lejos todas sus aventuras lo lleven, volverá a un hotel que desempeña impecablemente una doble función: un sofisticado refugio urbano y, al mismo tiempo, un perfecto reflejo de la cultura local, totalmente inmerso en la vibrante comunidad que lo rodea.